Keldor se encontraba en la búsqueda de un guerrero fuerte que fuera su aliado, así que fue a una pequeña aldea en el reino de Trinok para encontrarlo. Al llegar a la aldea es atacado por uno de los residentes del lugar, pero luego es defendido por Hombre Bestia, quien al ver que el hechizero lo quería reclutar decide atacarlo también; en la batalla, Keldor termina inconsciente y Hombre Bestia es disparado por dardos tranquilizantes. Ambos despiertan en una celda dentro del castillo del rey Trinok y deciden escapar, pero asesinan a este último y se les asigna una recompensa a la captura de ambos, por eso Hombre Bestia decide irse del reino y servir a Keldor.